Hacerse un té de marihuana puede parecer muy fácil pero es importante ser consciente que algunas de las características de la marihuana bebida que distan mucho de la marihuana fumada. Así pues, hay que ser saber que no es lo mismo fumarla, que comerla o beberla. Los efectos del té de marihuana son muy potentes, pero si la preparas correctamente pueden elevarte hasta lo más alto! Ahí van algunos trucos para que tu experiencia sea inmejorable:
1. Consigue medio gramo de cannabis, preferiblemente seco, y tritúrala tan finamente como te sea posible. Puedes usar un grinder o algún objeto duro para ir prensándola.
2. Llena una olla pequeña con tres vasos de agua o preferiblemente leche entera. Si elegimos la opción de la leche es muy importante que sea entera (contiene más grasa en la que el THC se puede diluir).
3. Espera hasta que el líquido empiece a hervir. Es muy importante ser paciente, puesto que el orden de los factores ahí alteraría el producto e incluso podríamos perder los deseables efectos del cannabis por el camino.
4. Agrega 2 cucharadas de mantequilla. Podemos usar cualquier marca, lo importante es que sea mantequilla de la que se usa convencionalmente, como la de untar pan. En el caso de los que han elegido leche entera no es necesario añadir mantequilla y pueden saltarse este paso
5. Agrega el medio gramo de cannabis molido que has preparado inicialmente.
6. Es muy importante ir removiendo el contenido para que la marihuana no quede en los extremos de la olla y vaya cociéndose lentamente en su interior.
Lo más interesante de hacer la infusión de marihuana es extraer tanto THC de la planta como sea posible. Dado que el THC no es soluble en agua por sí sólo requiere una substancia grasa para poder disolverse cuando se somete a altas temperaturas. Así pues, la combinación del agua hirviendo con la mantequilla, o la leche entera, favorece que el THC pueda ser bebido en la infusión final sin los indeseables grumitos verdes flotando en el líquido.
7. Debemos dejar hervir la mezcla con el cannabis a fuego alto durante, al menos, 30 minutos. Cuanto más tiempo esperemos más THC podremos extraer. Te recomendamos esperar durante 30-40 minutos para una extracción ideal.
Es muy importante ir controlando el líquido, puesto que a fuego alto se evapora rápidamente y, si somos descuidados, podría evaporarse por completo y perderíamos el producto. Hay que ir revolviéndola cada pocos minutos y, en caso de que sea necesario, ir añadiendo un poco más de agua/leche cuando veamos que se está evaporando demasiado rápido.
8. Transcurridos los 30 minutos de rigor podemos filtrar el agua/leche a través de un colador en una taza o recipiente lo bastante grande para almacenar todo el líquido. Tras este tiempo el THC ya está totalmente concentrado en la mantequilla que contiene el agua o la grasa de la leche y ya podemos deshacernos del cannabis que hayamos filtrado, puesto que este no nos va a servir para nada más.
9. Hay que dejar reposar el contenido durante 5 minutos para que baje un poco la temperatura.
10. Añade una bolsita de tu té favorito para que tenga otro tipo de aroma. Si te gusta el sabor puedes bebértela sin nada más. También puedes añadirle un poco de azúcar para endulzar su sabor o hielo para que esté fresquita.
NOTA IMPORTANTE: Como la mayoría de productos que se consumen oralmente su efecto total no aparecerá hasta 45-60 minutos. Te recomendamos que si esta es tu primera infusión de marihuana no fumes hierba ni consumas alcohol hasta pasadas, al menos, dos horas de la ingesta.
Así mismo también recomendamos no añadir más cantidad de la indicada puesto que con medio gramo esta receta es mucho más fuerte de lo que inicialmente puede parecer. Algunas personas notan sus efectos hasta 12 horas después de consumir el té.
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