TUTORIAL HONGOS: EL OÍDIO

Oidio

 

SINTOMAS Y DAÑOS

Es extremadamente dañino pues afecta al crecimiento. El oídio puede atacar a todos los órganos verdes de la planta. En las hojas aparecen desde el principio de la etapa vegetativa manchas pulverulentas de color blanco grisáceo sobre el haz. A veces los comienzos del ataque se manifiestan como manchas de aceite en el haz, que recuerdan a las del "mildiu", pero que suelen ser mas pequeñas y nunca muestran la pelusilla blanca en el envés.

Normalmente, los síntomas se desarrollan primero en las hojas inferiores en sombra, y en las superficies abatibles de las hojas. Si el ataque es fuerte, las hojas se ponen amarillentas y posteriormente se secan. En exterior ataca a las plantas mas débiles, a la sombra o a plantas con mucha masa foliar y un poco sobre-nitrogenadas (exceso de abonos de crecimiento).

El Oídio es un hongo externo, se desarrolla sobre la superficie, no penetra en las hojas, y por lo tanto, se puede atacar con fungicidas de forma curativa, una vez que ha infectado. Los demás hongos penetran en la hoja y los fungicidas solo sirven para prevenir, para evitar que realicen la infección.

 

PREVENCIÓN Y CONTROL

CULTIVOS DE EXTERIOR:

Fase de crecimiento: Hasta la entrada en floración podemos realizar tratamientos preventivos con azufre, repitiendo el tratamiento cada 20 días o después de una lluvia, ya que esta elimina el azufre de las hojas. El azufre tiene algunos inconvenientes, como problemas de toxicidad a altas temperaturas, por lo que si no queremos utilizar azufre, deberíamos pulverizar con algun producto biológico de acción fungicida cuando se den dos o mas de los siguientes factores:

- La temperatura media diaria sea superior a 15ºC (excepto si en algún momento del día se han alcanzado temperaturas de 32ºC o superiores).

- Humedad relativa media-baja (aproximadamente inferior al 70%).

- Descenso brusco de la humedad relativa.

- Ausencia prolongada de lluvias.

Cuantos mas de estos factores se den al mismo tiempo, mas probabilidad hay de infección. Si las condiciones desfavorables se mantienen a lo largo de los días, deberemos repetir el tratamiento cada 2-3 días aproximadamente (o según indicaciones del fabricante). Siempre pulverizaremos las plantas hacia las 21:00. Si hemos realizado los tratamientos adecuados o tenemos la seguridad de que nuestra planta está libre de oídio, podríamos prescindir de pulverizar los días que hayan temperaturas diurnas superiores a 32ºC. ¡Atención!, en plantas que ya tengan o hayan tenído Oídio, y sobretodo en plantas de gran tamaño, la temperatura ambiental puede ser bastante inferior en las zonas interiores e inferiores de la planta donde se concentra mucha densidad de hojas, mucha sombra y mala ventilación. Es por esto que hay que mantener limpias, podadas y bien ventiladas estas partes de la planta ya que pueden ser un reservorio muy importante de Oídio. Este podría ser uno de los principales motivos por los que las primeras hojas que se ven afectadas son las de zonas densas, sombreadas y poco ventiladas.

Fase de floración: No podemos utilizar azufre debido a que permanecen residuos, por lo que deberemos realizar tratamientos con productos biofungicidas tales como propóleo, enzimas específicas, cola de caballo, etc. El jabón potasico tambien suele dejar residuos, por lo que no estaría recomendado en floración avanzada. Al igual que antes, pulverizaremos nuestras plantas cuando se den a la vez varios factores ambientales de los anteriormente descritos y siempre hacia las 21:00 de la tarde.

 

CULTIVOS DE INTERIOR:

El mayor causante de entrada de hongos al cuarto de cultivo es el extractor. Pensemos que cuando extraemos aire de nuestro cuarto de cultivo esta entrando el mismo volumen de aire del exterior por las rendijas del cuarto y otras aberturas, creándose una corriente de aire que va desde el exterior al interior de nuestro cuarto. El aire que entra por estas rendijas no esta filtrado, por lo que si el ambiente está cargado de esporas las estamos introduciendo rápidamente en nuestro cultivo. Por lo tanto, sería una muy buena práctica meter aire en nuestro cultivo en lugar de sacarlo y que este aire entrante este previamente filtrado con un filtro de carbono por ejemplo. El mismo volumen de aire filtrado que metemos en el cuarto saldrá por las rendijas o aberturas de forma forzada, creando una corriente de aire limpio que va del interior al exterior del cuarto, dificultando así la entrada de cualquier espora (e insecto), la cual tendría que desplazarse contracorriente para entrar en el cuarto.

Por si estos métodos físicos no fueran suficientes, será interesante realizar tratamientos preventivos, sobre todo en las épocas mas conflictivas. Recordemos que en crecimiento podemos utilizar azufre hasta el día antes de pasar a floración. Sin embargo, pasados 15 días después del último tratamiento y de estar floreciendo, la planta empezará a formar nuevas hojas las cuales ya no estarán protegidas por el azufre, por lo que si queremos asegurarnos una buena protección tendremos que utilizar otros productos.

La mayor concentración de esporas se dará en días en los que coincidan varios de los factores ambientales de riesgo descritos anteriormente. Cuando se den estas condiciones en exterior es preciso realizar un tratamiento preventivo en interior. La pulverización la realizaremos siempre unos minutos antes de apagar el foco. Además, deberíamos mantener constante y sin fluctuaciones la humedad, siendo la recomendada una humedad baja de en torno al 60%. ¡Atención!, esta humedad es recomendable en los casos en los que no hay presencia del hongo en nuestras plantas y queremos por lo tanto dificultar a las esporas que hayan podido entrar su germinación. Un buen movimiento de las hojas mediante un ventilador dificultará que la espora se pose sobre la hoja y se establezca.

Muchos cultivadores cometen el error de bajar drásticamente la humedad al darse cuenta de que sus plantas están infectadas con Oídio. Esto provoca una señal que estimula al hongo que está ya en el cultivo a que disperse sus esporas y por lo tanto a que se extienda rápidamente la enfermedad. Si te has encontrado este tipo de hongo en tu plantación y no está muy avanzado, deberás eliminar las hojas más infectadas, mantener una humedad constante de en torno al 70% y tratar tus plantas cada 2-3 días con algun biofungicida (o según indicaciones del fabricante). Del mismo modo, el movimiento de las hojas mediante ventiladores está desaconsejado una vez tengamos instalado este hongo en nuestro cultivo, puesto que solo conseguiríamos dispersar aun mas las esporas.

Una vez erradicado, ya puedes reducir la humedad al 60% y encender los ventiladores para evitar que vuelva a desarrollarse, pero repitiendo siempre los tratamientos fungicidas cuando se den las condiciones ambientales en exterior anteriormente descritas. Para mantener la humedad relativa constante se puede utilizar un higrostato conectado a un regulador de intensidad (potenciómetro). El sistema lo que hace es conectar el extractor a máxima potencia (el extractor funciona a máxima velocidad) cuando la humedad sube de la indicada. Cuando la humedad es la indicada o mas baja, el higrostato conecta el extractor pero a través del regulador, lo que hace que el extractor trabaje a una velocidad mas baja, la cual nosotros podemos regular. En todos los casos, dejaremos de aplicar los tratamientos preventivos o curativos una semana antes de la cosecha.

 

PRODUCTOS PARA COMBATIR EL OÍDIO: azufre, propoleo, biofungi (preparado a base de cola de caballo), aceite de neem.